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by Mechon Mamre,
12 Hayyim Vital St,
Jerusalem, Israel.
| Mekhón Mamré |
 
àéçåã ñôøãé-ôåøèåâìé ìâîéìåú çñãéí
Unión Sefardita Hispano-Portuguesa de Beneficiencia


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Notas acerca de esta versión de Las Leyes de Januká en español

A pesar de que, como seguidores de las enseñanzas del Rambam, deberíamos haber seguido progresando en nuestra traducción del Mishné Torá hasta llegar a estas Leyes, hemos llegado a la conclusión de que las comunidades de la diáspora necesitan en este momento conocerlas y, por lo tanto, las tradujimos lo antes posible, procurando que estén listas antes de la Fiesta de Januká.

El Rambam, siguiendo su estilo de trabajo que evita a sus estudiantes la dura y extenuante tarea de conocer distintos puntos de vista, nos ofrece en su monumental Obra a Las Leyes del Rollo de Ester y Las de Januká unas junto a las otras debido a que son de origen rabínico.

Las antedichas Leyes comienzan refiriéndose a la Fiesta de Purim, durante dos capítulos, y conluyen con las Leyes de Januká, durante dos capítulos más. No obstante lo antedicho, el tercer capítulo no está enteramente dedicado a Januká.

El tercer capítulo de las Leyes de Januká comienza con una breve reseña histórica del origen de la festividad y, al llegar a la mitad, al mencionar la obligación de recitar el Halel completo en Januká continua explicando acerca de las Leyes concernientes al recitado del Halel en cada ocasión en que corresponde recitarlo.

Debido al hecho de que la cuarta halakhá del tercer capítulo detalla la obligación de bendecir al encender la vela de Januká esa “Pequeña Halakhá” será traducida. sin embargo las bendiciones por el Halel no lo serán ya que son las corrientemente halladas en los Sidurim.



äÄìÀëÌåÉú çÂðËëÌÈä Las Leyes de Januká

ôÌÅøÆ÷ â Capítulo Tres

ã ëÌÈì ùÑÆçÇéÌÈá áÌÄ÷ÀøÄéàÇú äÇîÌÀâÄìÌÈä, çÇéÌÈá áÌÀäÇãÀìÈ÷Çú ðÅø çÂðËëÌÈä; åÀäÇîÌÇãÀìÄé÷ àåÉúÈäÌ áÌÇìÌÇéÀìÈä äÈøÄàùÑåÉï, îÀáÈøÅêÀ ùÑÈìåÉùÑ áÌÀøÈëåÉú: áÌÈøåÌêÀ àÇúÌÈä ä' àÁìÉäÅéðåÌ îÆìÆêÀ äÈòåÉìÈí, àÂùÑÆø ÷ÄãÌÀùÑÈðåÌ áÌÀîÄöÀååÉúÈéå åÀöÄåÌÈðåÌ ìÀäÇãÀìÄé÷ ðÅø ùÑÆìÌÇçÂðËëÌÈä; áÌÈøåÌêÀ àÇúÌÈä ä' àÁìÉäÅéðåÌ îÆìÆêÀ äÈòåÉìÈí, ùÑÆòÈùÒÈä ðÄñÌÄéí ìÇàÂáåÉúÅéðåÌ áÌÇéÌÈîÄéí äÈäÅí áÌÇæÌÀîÈï äÇæÌÆä; áÌÈøåÌêÀ àÇúÌÈä ä' àÁìÉäÅéðåÌ îÆìÆêÀ äÈòåÉìÈí, ùÑÆäÆçÁéÈðåÌ åÀ÷ÄéÌÀîÈðåÌ åÀäÄâÌÄéòÈðåÌ ìÇæÌÀîÈï äÇæÌÆä. åÀëÈì äÈøåÉàÆä àåÉúÈäÌ, îÀáÈøÅêÀ ùÑÀúÌÇéÄí--ùÑÆòÈùÒÈä ðÄñÌÄéí ìÇàÂáåÉúÅéðåÌ, åÀùÑÆäÆçÁéÈðåÌ. åÌáÄùÑÀàÈø äÇìÌÅéìåÉú, äÇîÌÇãÀìÄé÷ îÀáÈøÅêÀ ùÑÀúÌÇéÄí, åÀäÈøåÉàÆä îÀáÈøÅêÀ àÇçÇú--ùÑÀàÅéï îÀáÈøÀëÄéï ùÑÆäÆçÁéÈðåÌ, àÅìÈà áÌÇìÌÇéÀìÈä äÈøÄàùÑåÉï. 4 Todo aquel que deba leer el Rollo debe encender la vela de Januká; y al encenderla la primera noche dice tres bendiciones: 1) Bendito seas Tú, Dio nuestro, Rey del Universo, que nos ha santificado con sus preceptos y nos ha ordenado encender la vela de Januká; 2) Bendito seas Tú, Dio nuestro, Rey del Universo, que les realizó milagros a nuestros padres en aquellos días, en esta época; 3) Bendito seas Tú, Dios nuestro, Rey del Universo, que nos ha conservado con vida y mantenido, y nos ha hecho llegar a este momento. Y aquel que la ve bendice dos “que les realizó milagros a nuestros padres y que nos ha conservado con vida”. El resto de las noches quien la enciende bendice dos y quien la ve bendice una ya que no se bendecise “que nos ha conservado con vida” sino solo la primera noche.

ôÌÅøÆ÷ ã Capítulo Cuatro

à ëÌÇîÌÈä ðÅøåÉú äåÌà îÇãÀìÄé÷ áÌÇçÂðËëÌÈä--îÄöÀåÈúÈäÌ ùÑÆéÌÄäÀéÆä ëÌÈì áÌÇéÄú åÌáÇéÄú îÇãÀìÄé÷ ðÅø àÆçÈã, áÌÅéï ùÑÆäÈéåÌ àÇðÀùÑÅé äÇáÌÇéÄú îÀøËáÌÄéï, áÌÅéï ùÑÆìÌÉà äÈéÈä áÌåÉ àÅìÈà àÈãÈí àÆçÈã. åÀäÇîÌÀäÇãÌÅø àÆú äÇîÌÄöÀåÈä, îÇãÀìÄé÷ ðÅøåÉú ëÌÀîÄðÀéÇï àÇðÀùÑÅé äÇáÌÇéÄú, ðÅø ìÀëÈì àÆçÈã åÀàÆçÈã, áÌÅéï àÂðÈùÑÄéí áÌÅéï ðÈùÑÄéí. åÀäÇîÌÀäÇãÌÅø éåÉúÅø òÇì æÆä åÀòåÉùÒÆä îÄöÀåÈä îÄï äÇîÌËáÀçÈø, îÇãÀìÄé÷ ðÅø ìÀëÈì àÆçÈã åÀàÆçÈã áÌÇìÌÇéÀìÈä äÈøÄàùÑåÉï, åÌîåÉñÄéó åÀäåÉìÅêÀ áÌÀëÈì ìÇéÀìÈä åÀìÇéÀìÈä, àÆçÈã. 1 ¿Cúantas velas enciende uno en Januká? La mitswá es que por cada casa se encienda una vela, tanto si los residentes son muchos como si se tratase de un solo individuo. Y aquel que quiera exaltar la mitswá enciende tantas velas como personas haya en la casa, una por cada persona ya sean hombres o mujeres. Y aquel que desee exaltar la mitswá aún más, convirtiéndola en una sumamente exaltada, enciende una vela por cada uno la primera noche y agrega una cada noche.
á ëÌÅéöÇã: äÂøÅé ùÑÆäÈéåÌ àÇðÀùÑÅé äÇáÌÇéÄú òÂùÒÈøÈä--áÌÇìÌÇéÀìÈä äÈøÄàùÑåÉï, îÇãÀìÄé÷ òÂùÒÈøÈä ðÅøåÉú; åÌáÀìÅéì ùÑÅðÄé, òÆùÒÀøÄéí; åÌáÀìÅéì ùÑÀìÄéùÑÄé, ùÑÀìåÉùÑÄéí; òÇã ùÑÆðÌÄîÀöÈà îÇãÀìÄé÷ áÌÀìÅéì ùÑÀîÄéðÄé, ùÑÀîåÉðÄéí. 2 ¿A qué se refiere lo anteriormente dicho? si se tratase de una casa de diez miembros, en la primera noche encenderá –el dueño de casa- diez velas; y en la segunda noche, veinte; y en la tercera noche, treinta; hasta que en la octava noche encenderá ochenta.
â îÄðÀäÈâ ôÌÈùÑåÌè áÌÀëÈì òÈøÅéðåÌ áÌÄñÀôÈøÇã, ùÑÆéÌÄäÀéåÌ ëÌÈì àÇðÀùÑÅé äÇáÌÇéÄú îÇãÀìÄé÷Äéï ðÅø àÆçÈã áÌÇìÌÇéÀìÈä äÈøÄàùÑåÉï, åÌîåÉñÄéôÄéï åÀäåÉìÀëÄéï ðÅø áÌÀëÈì ìÇéÀìÈä åÀìÇéÀìÈä, òÇã ùÑÆðÌÄîÀöÈà îÇãÀìÄé÷ áÌÀìÅéì ùÑÀîÄéðÄé ùÑÀîåÉðÈä ðÅøåÉú--áÌÅéï ùÑÆäÈéåÌ àÇðÀùÑÅé äÇáÌÇéÄú îÀøËáÌÄéí, áÌÅéï ùÑÆäÈéÈä àÈãÈí àÆçÈã. 3 Es una costumbre que se ha extendido por todas nuestras ciudades en España que todos los miembros de la casa enciendan una vela la primera noche y vayan agregando una cada noche, hasta que en la octava encienden ocho velas. Tanto si se trata de una casa de muchos miembros como si se trata de un solo individuo.
ã ðÅø ùÑÆéÌÅùÑ ìåÉ ùÑÀðÅé ôÌÄéÌåÉú, òåÉìÆä ìÄùÑÀðÅé áÌÀðÅé àÈãÈí. îÄìÌÈà ÷ÀòÈøÈä ùÑÆîÆï åÀäÄ÷ÌÄéôÈäÌ ôÌÀúÄéìåÉú--àÄí ëÌÈôÈä òÈìÆéäÈ ëÌÀìÄé, ëÌÈì ôÌÀúÄéìÈä åÌôÀúÄéìÈä ðÆçÀùÑÆáÆú ëÌÀðÅø àÆçÈã; ìÉà ëÈôÈä òÈìÆéäÈ ëÌÀìÄé--ðÇòÂùÒÅéú ëÌÄîÀãåÌøÈä, åÀàÇôÄìÌåÌ ëÌÀðÅø àÆçÈã àÅéðÈäÌ ðÆçÀùÑÆáÆú. 4 Una vela que consta de dos ejes sirve para dos personas. Si se llenara una fuente de aceite y se le pusiera varias mechas, al separarlas utilizando una tapa con agujeros, cada una de las mechas equivaldría a una vela, pero de no hacerlo se les consideraría como a una antorcha, no equivaliendo ni siquiera a una sola vela.
ä àÅéï îÇãÀìÄé÷Äéï ðÅøåÉú çÂðËëÌÈä ÷ÉãÆí ùÑÆúÌÄùÑÀ÷Çò äÇçÇîÌÈä, àÅìÈà òÄí ùÑÀ÷ÄéòÈúÈäÌ--ìÉà îÀàÇçÂøÄéï, åÀìÉà îÇ÷ÀãÌÄéîÄéï. ùÑÈëÇç àåÉ äÅæÄéã åÀìÉà äÄãÀìÄé÷ òÄí ùÑÀ÷ÄéòÇú äÇçÇîÌÈä, îÇãÀìÄé÷ åÀäåÉìÅêÀ òÇã ùÑÆúÌÄëÀìÆä øÆâÆì îÄï äÇùÌÑåÌ÷; åÀëÇîÌÈä äåÌà æÀîÈï æÆä, ëÌÀîåÉ çÂöÄé ùÑÈòÈä àåÉ éÈúÅø. òÈáÇø æÀîÈï æÆä, àÅéðåÌ îÇãÀìÄé÷. åÀöÈøÄéêÀ ìÄúÌÅï ùÑÆîÆï áÌÇðÌÅø, ëÌÀãÅé ùÑÆúÌÄäÀéÆä ãÌåÉìÆ÷Æú åÀäåÉìÆëÆú, òÇã ùÑÆúÌÄëÀìÆä øÆâÆì îÄï äÇùÌÑåÌ÷; äÄãÀìÄé÷ÈäÌ åÀëÈáÀúÈä, àÅéðåÌ æÈ÷åÌ÷ ìÀäÇãÀìÄé÷ÈäÌ ôÌÇòÇí àÇçÆøÆú. ðÄùÑÀàÂøÈä ãÌåÉìÆ÷Æú àÇçÇø ùÑÆëÌÈìÀúÈä øÆâÆì îÄï äÇùÌÑåÌ÷--àÄí øÈöÈä ìÀëÇáÌåÉúÈäÌ àåÉ ìÀñÇìÌÀ÷ÈäÌ, òåÉùÒÆä. 5 No se encienden las velas de Januká antes de la puesta del sol sino en ése momento; no posteriormente ni anteriormente. Quien lo olvidara o, intencionalmente, no la encendiera al ponerse el sol, lo hará hasta que ya nadie pise el mercado. ¿de cúanto tiempo se trata? Una media hora o más. Si ya ha pasado tal período de tiempo, no encenderá la vela. Y debe ponérsele suficiente aceite para que permanezca encendida hasta que “ya nadie pise el mercado”; si la ha encendido y se ha apagado, no hace falta que la encienda nuevamente. Si permaneciera encendida hasta más allá del momento en que “ya nadie pisa el mercado”, si quiere apagarla o quitarla puede hacerlo.
å ëÌÈì äÇùÌÑÀîÈðÄéí åÀëÈì äÇôÌÀúÄéìåÉú, ëÌÀùÑÅøåÉú ìÀðÅø çÂðËëÌÈä, åÀàÇó òÇì ôÌÄé ùÑÀàÅéï äÇùÌÑÀîÈðÄéí ðÄîÀùÑÈëÄéí àÇçÇø äÇôÌÀúÄéìÈä, åÀàÅéï äÈàåÌø ðÄúÀìÅéú éÈôÆä áÌÀàåÉúÈï äÇôÌÀúÄéìåÉú. åÀàÇôÄìÌåÌ áÌÀìÅéìÅé ùÑÇáÌÈú ùÑÆáÌÀúåÉêÀ éÀîÅé çÂðËëÌÈä, îËúÌÈø ìÀäÇãÀìÄé÷ áÌÄùÑÀîÈðÄéí åÌôÀúÄéìåÉú ùÑÆàÈñåÌø ìÀäÇãÀìÄé÷ áÌÈäÆï ðÅø ùÑÇáÌÈú, ìÀôÄé ùÑÆàÈñåÌø ìÀäÄùÑÀúÌÇîÌÇùÑ ìÀðÅø çÂðËëÌÈä, áÌÅéï áÌÇùÌÑÇáÌÈú áÌÅéï áÌÇçÉì; åÀàÇôÄìÌåÌ ìÄáÀãÌÉ÷ îÈòåÉú, àåÉ ìÄîÀðåÉúÈï ìÀàåÉøÈäÌ--àÈñåÌø. 6 Todos los aceites y todas las mechas son aptos para la vela de Januká, incluso los aceites que no son absorvidos facilmente por las mechas siendo la luz producida tenue. E incluso en la noche de Shabbat que cae en Januká se permite encender aceites y mechas prohibidos para el encendido de la vela de Shabat ya que está prohibido aprovecharse de la vela de Januká tanto en Shabbat como en un día de semana; e incluso chequear monedas a su luz o contarlas está prohibido.
æ ðÅø çÂðËëÌÈä, îÄöÀåÈä ìÀäÇðÌÄéçåÉ òÇì ôÌÆúÇç áÌÅéúåÉ îÄáÌÇçåÌõ, áÌÀèÆôÇç äÇñÌÈîåÌêÀ ìÇôÌÆúÇç, òÇì ùÒÀîÉàì äÇðÌÄëÀðÈñ ìÇáÌÇéÄú--ëÌÀãÅé ùÑÆúÌÄäÀéÆä îÀæåÌæÈä îÄéÌÈîÄéï, åÀðÅø çÂðËëÌÈä îÄùÌÒÀîÉàì; åÀàÄí äÈéÈä ãÌÈø áÌÇòÂìÄéÌÈä, îÇðÌÄéçåÉ áÌÀçÇìÌåÉï äÇñÌÀîåÌëÈä ìÄøÀùÑåÌú äÈøÇáÌÄéí. åÀðÅø çÂðËëÌÈä ùÑÆäÄðÌÄéçåÉ ìÀîÇòÂìÈä îÅòÆùÒÀøÄéí àÇîÌÈä--ìÉà òÈùÒÈä ëÌÀìåÌí, ìÀôÄé ùÑÀàÅéðåÌ ðÄëÌÈø. 7 La mitswá de la vela de Januká se cumple colocándola al lado de la entrada de su casa, por fuera, a un puño de distancia de la entrada, a la izquierda de quien entre a la casa, para que esté la Mezuzá a la derecha y la vela de Januká a la izquierda; y si viviera en una planta alta ha de colocarla en la ventana que da hacia el dominio público . Y si se colocara una vela de Januká a más de veinte “amot” es como si no se hubiese hecho nada ya que es irreconocible.
ç áÌÄéîÅé äÇñÌÇëÌÈðÈä, îÇðÌÄéçÇ ðÅø çÂðËëÌÈä áÌÀúåÉêÀ áÌÅéúåÉ îÄáÌÄôÀðÄéí; åÀàÇôÄìÌåÌ äÄðÌÄéçåÉ òÇì ùÑËìÀçÈðåÉ, ãÌÇéÌåÉ. åÀöÈøÄéêÀ ìÄäÀéåÉú áÌÀúåÉêÀ äÇáÌÇéÄú ðÅø àÆçÈø, ìÀäÄùÑÀúÌÇîÌÇùÑ ìÀàåÉøåÉ. åÀàÄí äÈéÀúÈä ùÑÈí îÀãåÌøÈä, àÅéðåÌ öÈøÄéêÀ ðÅø àÇçÅø; åÀàÄí àÈãÈí çÈùÑåÌá äåÌà ùÑÀàÅéï ãÌÇøÀëÌåÉ ìÀäÄùÑÀúÌÇîÌÇùÑ ìÄîÀãåÌøÈä, öÈøÄéêÀ ðÅø àÇçÅø. 8 En días de peligro coloca su vela de Januká dentro de su casa, e incluso basta con que la coloque sobre su mesa. Pero deberá haber en la casa otra vela cuya luz pueda usarse. De tener allí una fogata no es necesaria otra vela, pero de tratarse de un hombre importante, que no utilizaría una fogata, es necesaria otra vela.
è ðÅø çÂðËëÌÈä ùÑÆäÄãÀìÄé÷åÉ çÅøÅùÑ, ùÑåÉèÆä, åÀ÷ÈèÈï, àåÉ âÌåÉé--ìÉà òÈùÒÈä ëÌÀìåÌí: òÇã ùÑÆéÌÇãÀìÄé÷åÉ îÄé ùÑÀäåÌà çÇéÌÈá áÌÀäÇãÀìÈ÷Èä. äÄãÀìÄé÷åÉ îÄáÌÄôÀðÄéí, åÀäåÉöÄéàåÉ ãÌÈìåÌ÷ åÀäÄðÌÄéçåÉ òÇì ôÌÆúÇç áÌÅéúåÉ--ìÉà òÈùÒÈä ëÌÀìåÌí: òÇã ùÑÆéÌÇãÀìÄé÷ÆðÌåÌ áÌÄîÀ÷åÉîåÉ. àÈçÇæ äÇðÌÅø áÌÀéÈãåÉ åÀòÈîÇã, ìÉà òÈùÒÈä ëÌÀìåÌí, ùÑÆäÈøåÉàÆä àåÉîÅø, ìÀöÈøÀëÌåÉ äåÌà òåÉîÅã. òÂùÑÈùÑÄéú ùÑÆäÈéÀúÈä ãÌåÉìÆ÷Æú ëÌÈì äÇéÌåÉí ëÌËìÌåÉ, ìÀîåÉöÈàÅé ùÑÇáÌÈú îÀëÇáÌÆä, åÌîÀáÈøÅêÀ, åÌîÇãÀìÄé÷ÈäÌ--ùÑÆäÇäÇãÀìÈ÷Èä äÄéà äÇîÌÄöÀåÈä, ìÉà äÇäÇðÌÈçÈä. åÌîËúÌÈø ìÀäÇãÀìÄé÷ ðÅø çÂðËëÌÈä, îÄðÌÅø çÂðËëÌÈä àÇçÅø. 9 Si encendió la vela de Januká un sordo mudo, un enfermo mental, un niño pequeño o un gentil, no ha hecho nada ya que debe encenderla quien esté obligado a cumplir con tal encendido. Si la encendiese dentro y la pusiera fuera, al lado de la entrada, no ha hecho nada ya que ha de encenderse en su lugar. Aquel que tomó la vela en su mano y se paró, no ha hecho nada ya que quien lo ve se dice: “por propia necesidad está parado”. A una lampara que estuvo encendida todo el día, al finalizar Shabbat la apaga, bendice y la enciende ya que la mitswá es el encendido no el colocarla en su lugar. Está permitido encender una vela de Januká utilizando otra vela de Januká ya encendida.
é çÈöÅø ùÑÆéÌÅùÑ ìÈäÌ ùÑÀðÅé ôÌÀúÈçÄéí áÌÄùÑÀúÌÅé øåÌçåÉú, öÀøÄéëÈä ùÑÀðÅé ðÅøåÉú, ùÑÆìÌÉà éÉàîÀøåÌ äÈòåÉáÀøÄéí áÌÀøåÌçÇ æåÉ, ìÉà äÄðÌÄéçÇ ðÅø çÂðËëÌÈä; àÂáÈì àÄí äÈéåÌ áÌÀøåÌçÇ àÇçÇú, îÇãÀìÄé÷ áÌÀàÆçÈã îÅäÆï. 10 Un patio que tiene dos entradas de distintos lados necesita dos velas, para que no digan quienes pasan por un lado: “no ha colocado una vela de Januká”; pero si las entradas están del mismo lado, tan solo enciende en una de ellas.
éà àåÉøÅçÇ ùÑÆîÌÇãÀìÄé÷Äéï òÈìÈéå áÌÀúåÉêÀ áÌÅéúåÉ, àÅéðåÌ öÈøÄéêÀ ìÀäÇãÀìÄé÷ òÈìÈéå áÌÄîÀ÷åÉí ùÑÆðÌÄúÀàÈøÇç áÌåÉ; àÅéï ìåÉ áÌÇéÄú ìÀäÇãÀìÄé÷ òÈìÈéå áÌåÉ--öÈøÄéêÀ ìÀäÇãÀìÄé÷ áÌÄîÀ÷åÉí ùÑÆðÌÄúÀàÈøÇç áÌåÉ, åÌîÄùÑÀúÌÇúÌÅó òÄîÌÈäÆï áÌÇùÌÑÆîÆï. åÀàÄí äÈéÈä ìåÉ áÌÇéÄú áÌÄôÀðÅé òÇöÀîåÉ--àÇó òÇì ôÌÄé ùÑÆîÌÇãÀìÄé÷Äéï òÈìÈéå áÌÀúåÉêÀ áÌÅéúåÉ--öÈøÄéêÀ ìÀäÇãÀìÄé÷ áÌÇáÌÇéÄú ùÑÀäåÌà áÌåÉ, îÄôÌÀðÅé äÈòåÉáÀøÄéï. 11 Un huesped, por el cual encienden en su casa, no necesita que se le encienda donde se hospeda; si no tiene una casa donde enciendan por él, se le encenderá donde se hospeda y él colaborará con el aceite. Y de tener una vivienda para sí mismo, a pesar de que encienden por él en su casa, debe encender donde se halla .
éá îÄöÀåÇú ðÅø çÂðËëÌÈä, îÄöÀåÈä çÇáÌÄéáÈä äÄéà òÇã îÀàåÉã; åÀöÈøÄéêÀ àÈãÈí ìÀäÄæÌÈäÅø áÌÈäÌ, ëÌÀãÅé ìÀäåÉãÄéòÇ äÇðÌÅñ, åÌìÀäåÉñÄéó áÌÄùÑÀáÈç äÈàÅì åÀäåÉãÈéÈä ìåÉ, òÇì äÇðÌÄñÌÄéí ùÑÆòÈùÒÈä: àÇôÄìÌåÌ àÅéï ìåÉ îÇä éÉàëÇì àÅìÈà îÄï äÇöÌÀãÈ÷Èä--ùÑåÉàÅì, àåÉ îåÉëÅø ëÌÀñåÌúåÉ; åÀìåÉ÷ÅçÇ ùÑÆîÆï åÀðÅøåÉú, åÌîÇãÀìÄé÷. 12 La mitswá de la vela de Januká es una muy preciada y debe uno cuidar de cumplirla para publicar el milagro y continuar alabando al Dio y agradeciéndole los milagros que ha hecho. Incluso si no tiene que comer, a menos que sea por caridad, pide o vende su prenda y compra aceite y velas, y enciende.
éâ äÂøÅé ùÑÀàÅéï ìåÉ àÅìÈà ôÌÀøåÌèÈä àÇçÇú, åÌìÀôÈðÈéå ÷ÄãÌåÌùÑ äÇéÌåÉí åÀäÇãÀìÈ÷Çú ðÅø çÂðËëÌÈä--îÇ÷ÀãÌÄéí ùÑÆîÆï ìÀäÇãÀìÄé÷ ðÅø çÂðËëÌÈä, òÇì äÇéÌÇéÄï ìÀ÷ÄãÌåÌùÑ äÇéÌåÉí: äåÉàÄéì åÌùÑÀðÅéäÆí îÄãÌÄáÀøÅé ñåÉôÀøÄéí, îåÌèÈá ìÀäÇ÷ÀãÌÄéí ðÅø çÂðËëÌÈä ùÑÆéÌÅùÑ áÌåÉ æÄëÀøåÉï äÇðÌÅñ. 13 Quien no tiene sino una “perutá” y ante él tanto el Qidush del día como el encendido de la vela de Januká, preferirá el aceite, para encender la vela de Januká, al vino para el Qidush. Como ambas son de los Escribas, es preferible encender la vela de Januká debido a que recuerda el milagro.
éã äÈéÈä ìÀôÈðÈéå ðÅø áÌÅéúåÉ åÀðÅø çÂðËëÌÈä, àåÉ ðÅø áÌÅéúåÉ åÀ÷ÄãÌåÌùÑ äÇéÌåÉí--ðÅø áÌÅéúåÉ ÷åÉãÅí, îÄùÌÑåÉí ùÑÀìåÉí áÌÅéúåÉ: ùÑÆäÂøÅé äÇùÌÑÅí ðÄîÀçÈ÷, ìÇòÂùÒåÉú ùÑÈìåÉí áÌÅéï àÄéùÑ ìÀàÄùÑÀúÌåÉ. âÌÈãåÉì äÇùÌÑÈìåÉí, ùÑÆëÌÈì äÇúÌåÉøÈä ðÄúÌÀðÈä ìÇòÂùÒåÉú ùÑÈìåÉí áÌÈòåÉìÈí, ùÑÆðÌÆàÁîÈø "ãÌÀøÈëÆéäÈ ãÇøÀëÅé-ðÉòÇí; åÀëÈì-ðÀúÄéáåÉúÆéäÈ ùÑÈìåÉí" (îùìé â,éæ). 14 Tiene ante sí la vela de su casa y la de Januká, o la vela de su casa y el Qidush del día; la vela de su casa tiene preferencia debido a la paz conyugal. Ya que el Nombre es borrado para que reine la paz entre un varón y su mujer. Grandiosa es la paz, habiéndose dado toda la Torá para traer paz al mundo, como está escrito: "Sus caminos son caminos deleitosos, y todos sus senderos paz" (Pr. 3:17).

Aclaraciones

  Se enciende las luces a partir de la primera noche, pero este año debemos cuidar de encenderlas antes de la puesta del sol para evitar profanar el Shabbat al encender fuego. La costumbre general es de encender desde la derecha hacia la izquierda, aunque es solo una costumbre no es conveniente rechazarla ya que no tiene nada de malo, está basada en el Talmud y es la práctica corriente de todo el Pueblo de Israel. Cada noche se va agregando una luz. Igual que en Shabbat, entre los sefardíes, la Mitswá o Precepto siempre se hace con aceite de olivo; en el caso del Shabbat también pueden ser utilizadas velas corrientes de materiales aptos según la Halakhá. En resumen, en el segundo día se enciende la del primero y luego, la del segundo etc. Evidentemente, se puede utilizar velas.

  Al encender las kandelas se dice:

  1. (áÌÈøåÌêÀ àÇúÌÈä ä' àÁìÉäÅéðåÌ îÆìÆêÀ äÈòåÉìÈí, àÂùÑÆø ÷ÄãÌÀùÑÈðåÌ áÌÀîÄöÀååÉúÈéå åÀöÄåÌÈðåÌ ìÀäÇãÀìÄé÷ ðÅø ùÑÆìÌÇçÂðËëÌÈä ) Barúkh Atá Adonay, Elohénu, Mélekh ha`olám, asher qideshánu bemitswotáw wetsiwánu lehadlíq ner shelanuká. (La dice quien la enciende)  Bendito seas Tú, Dio nuestro, Rey del Universo, que nos ha santificado con sus preceptos y nos ha ordenado encender la vela de Januká.
  2. (áÌÈøåÌêÀ àÇúÌÈä ä' àÁìÉäÅéðåÌ îÆìÆêÀ äÈòåÉìÈí, ùÑÆòÈùÒÈä ðÄñÌÄéí ìÇàÂáåÉúÅéðåÌ áÌÇéÌÈîÄéí äÈäÅí áÌÇæÌÀîÈï äÇæÌÆä ) B.A.A.E.M.H... she`asá nisím la'aboténu ba'iamím hahém, ba'zemán hazé. (La dice tanto quien la enciende como aquellos que ya han cumplido con su obligación y vuelven a ver velas de Januká de otro hogar) Bendito seas Tú, Dio nuestro, Rey del Universo, que les realizó milagros a nuestros padres en aquellos días, en ésta época;.
  3. (áÌÈøåÌêÀ àÇúÌÈä ä' àÁìÉäÅéðåÌ îÆìÆêÀ äÈòåÉìÈí, ùÑÆäÆçÁéÈðåÌ åÀ÷ÄéÌÀîÈðåÌ åÀäÄâÌÄéòÈðåÌ ìÇæÌÀîÈï äÇæÌÆä )    B.A.A.E.M.H... shehejeiánu, weqiemánu wehiguiánu la'zemán hazé. (La dice quien enciende la vela solamente en la primera noche). Bendito seas Tú, Dio nuestro, Rey del Universo, que nos ha conservado con vida y mantenido, y nos ha hecho llegar a este momento.
  Y continúa:
  Ha'nerót hal'lálu ánu madliqím. `al ha'nisím, we`al ha'purkán, we`al ha'guevurót, we`al ha'teshu`ót, ve`al ha'nifla'ót, we`al ha'nejamót, she`asíta la'aboténu ba'iamím ha'hém uba'zemán ha'zé. `Al iedé Kohanékha ha'qedoshím. Wekhól shemonót iemé Januká ha'nerót hal'lálu qódesh, we'én lánu reshút lehishtamésh bahém, éla lir'otán bilbád kedé lehodót lishmekhá `al nisékha we`al ieshu`otékha we`al nifle'otékha.

 Traducción:  Estas luces que encendemos. Son para denotar los milagros, la fuerza, las maravillas, los prodigios, las salvaciones, las maravillas y los consuelos, que hiciste para nuestros ancestros en aquellos días en este tiempo. Por medio de Tus sacerdotes santos. Y en todos los ocho días de Januká, estas luces son santas, y no tenemos  permiso de utilizarlas sino tan solo mirarlas. Para agradecerte, por  Tus milagros, por Tus salvaciones y por Tus maravillas.

La manera de cumplir con la mitswá está indicada más arriba en la Halakhá.
Si uno teme algún incidente puede poner las luces dentro de la casa. En este caso se las pone frente a la ventana o bien en una mesa en el salón, siendo preferible que se trate de un lugar desde donde se las vea desde fuera de la casa si eso no acarrea ningún problema a la familia. La manera en la cual debemos poner las luces se debe a Pirsumé Nisá, término arameo para Proclamación del Milagro, tal cual se lo explica en la Halakhá más arriba.
  Las luces deben de ser encendidas en el crepúsculo, al ponerse el sol. Como se indicó anteriormente, en la víspera de Shabbat las encenderemos unos diez minutos después del encendido de las velas del Shabat, que son normalmente encendidas veinte minutos antes de la puesta del sol en el horizonte visto por los ojos.
  Si uno tiene la posibilidad, enciende una luz para cada persona de la familia que vive en la casa, no siendo ésta una costumbre originalmente sefaradí tal cual lo indica el Rambam en la Halakhá.
  No cantamos la canción Ma'oz Tsur. Hay, sin embargo, quienes la cantan, como yo y mi familia, ya que es una canción muy significativa por su recuerdo cronológico de las veces en que el Todopoderoso salvó a Israel de sus enemigos.

Jakham Eli`ezer Tabor


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