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à áÌÈòÅú äÇäÄéà ùÑÈìÇç îÀøÉãÇêÀ áÌÇìÀàÂãÈï áÌÆï-áÌÇìÀàÂãÈï îÆìÆêÀ-áÌÈáÆì, ñÀôÈøÄéí åÌîÄðÀçÈä--àÆì-çÄæÀ÷ÄéÌÈäåÌ; åÇéÌÄùÑÀîÇò, ëÌÄé çÈìÈä åÇéÌÆçÁæÈ÷.
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1 EN aquel tiempo Merodachbaladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y presentes á Ezechîas; porque había oído que había estado enfermo, y que había convalecido.
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á åÇéÌÄùÒÀîÇç òÂìÅéäÆí, çÄæÀ÷ÄéÌÈäåÌ, åÇéÌÇøÀàÅí àÆú-áÌÅéú ðÀëÉúÉä àÆú-äÇëÌÆñÆó åÀàÆú-äÇæÌÈäÈá åÀàÆú-äÇáÌÀùÒÈîÄéí åÀàÅú äÇùÌÑÆîÆï äÇèÌåÉá åÀàÅú ëÌÈì-áÌÅéú ëÌÅìÈéå, åÀàÅú ëÌÈì-àÂùÑÆø ðÄîÀöÈà áÌÀàÉöÀøÉúÈéå: ìÉà-äÈéÈä ãÈáÈø, àÂùÑÆø ìÉà-äÆøÀàÈí çÄæÀ÷ÄéÌÈäåÌ áÌÀáÅéúåÉ--åÌáÀëÈì-îÆîÀùÑÇìÀúÌåÉ. {ñ}
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2 Y holgóse con ellos Ezechîas, y enseñoles la casa de su tesoro, plata y oro, y especierías, y ungüentos preciosos, y toda su casa de armas, y todo lo que se pudo hallar en sus tesoros: no hubo cosa en su casa y en todo su señorío, que Ezechîas no les mostrase.
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â åÇéÌÈáÉà éÀùÑÇòÀéÈäåÌ äÇðÌÈáÄéà, àÆì-äÇîÌÆìÆêÀ çÄæÀ÷ÄéÌÈäåÌ; åÇéÌÉàîÆø àÅìÈéå îÈä àÈîÀøåÌ äÈàÂðÈùÑÄéí äÈàÅìÌÆä, åÌîÅàÇéÄï éÈáÉàåÌ àÅìÆéêÈ, åÇéÌÉàîÆø çÄæÀ÷ÄéÌÈäåÌ, îÅàÆøÆõ øÀçåÉ÷Èä áÌÈàåÌ àÅìÇé îÄáÌÈáÆì.
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3 Entonces Isaías profeta vino al rey Ezechîas, y díjole: ¿Qué dicen estos hombres, y de dónde han venido á ti? Y Ezechîas respondió: De tierra muy lejos han venido á mí, de Babilonia.
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ã åÇéÌÉàîÆø, îÈä øÈàåÌ áÌÀáÅéúÆêÈ; åÇéÌÉàîÆø çÄæÀ÷ÄéÌÈäåÌ, àÅú ëÌÈì-àÂùÑÆø áÌÀáÅéúÄé øÈàåÌ--ìÉà-äÈéÈä ãÈáÈø àÂùÑÆø ìÉà-äÄøÀàÄéúÄéí, áÌÀàåÉöÀøÉúÈé.
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4 Dijo entonces: ¿Qué han visto en tu casa? Y dijo Ezechîas: Todo lo que hay en mi casa han visto, y ninguna cosa hay en mis tesoros que no les haya mostrado.
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ä åÇéÌÉàîÆø éÀùÑÇòÀéÈäåÌ, àÆì-çÄæÀ÷ÄéÌÈäåÌ: ùÑÀîÇò, ãÌÀáÇø-éÀäåÈä öÀáÈàåÉú.
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5 Entonces dijo Isaías á Ezechîas: Oye palabra de Jehová de los ejércitos:
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å äÄðÌÅä, éÈîÄéí áÌÈàÄéí, åÀðÄùÌÒÈà ëÌÈì-àÂùÑÆø áÌÀáÅéúÆêÈ åÇàÂùÑÆø àÈöÀøåÌ àÂáÉúÆéêÈ òÇã-äÇéÌåÉí äÇæÌÆä, áÌÈáÆì: ìÉà-éÄåÌÈúÅø ãÌÈáÈø, àÈîÇø éÀäåÈä.
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6 He aquí, vienen días en que será llevado á Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy: ninguna cosa quedará, dice Jehová.
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æ åÌîÄáÌÈðÆéêÈ àÂùÑÆø éÅöÀàåÌ îÄîÌÀêÈ, àÂùÑÆø úÌåÉìÄéã--éÄ÷ÌÈçåÌ; åÀäÈéåÌ, ñÈøÄéñÄéí, áÌÀäÅéëÇì, îÆìÆêÀ áÌÈáÆì.
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7 De tus hijos que hubieren salido de ti, y que engendraste, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.
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ç åÇéÌÉàîÆø çÄæÀ÷ÄéÌÈäåÌ àÆì-éÀùÑÇòÀéÈäåÌ, èåÉá ãÌÀáÇø-éÀäåÈä àÂùÑÆø ãÌÄáÌÇøÀúÌÈ; åÇéÌÉàîÆø, ëÌÄé éÄäÀéÆä ùÑÈìåÉí åÆàÁîÆú áÌÀéÈîÈé. {ô}
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8 Y dijo Ezechîas á Isaías: La palabra de Jehová que has hablado, es buena. Y añadió: A lo menos, haya paz y verdad en mis días.
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