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à åÇéÀäÄé ãÀáÇø-éÀäåÈä, àÅìÇé ìÅàîÉø.
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1 Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo:
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á åÀàÇúÌÈä áÆï-àÈãÈí, äÂúÄùÑÀôÌÉè äÂúÄùÑÀôÌÉè àÆú-òÄéø äÇãÌÈîÄéí; åÀäåÉãÇòÀúÌÈäÌ, àÅú ëÌÈì-úÌåÉòÂáåÉúÆéäÈ.
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2 Y tú, hijo del hombre, ¿no juzgarás tú, no juzgarás tú á la ciudad derramadora de sangre, y le mostrarás todas sus abominaciones?
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â åÀàÈîÇøÀúÌÈ, ëÌÉä àÈîÇø àÂãÉðÈé éÀäåÄä, òÄéø ùÑÉôÆëÆú ãÌÈí áÌÀúåÉëÈäÌ, ìÈáåÉà òÄúÌÈäÌ; åÀòÈùÒÀúÈä âÄìÌåÌìÄéí òÈìÆéäÈ, ìÀèÈîÀàÈä.
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3 Dirás, pues: Así ha dicho el Señor Jehová: ¡Ciudad derramadora de sangre en medio de sí, para que venga su hora, y que hizo ídolos contra sí misma para contaminarse!
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ã áÌÀãÈîÅêÀ àÂùÑÆø-ùÑÈôÇëÀúÌÀ àÈùÑÇîÀúÌÀ, åÌáÀâÄìÌåÌìÇéÄêÀ àÂùÑÆø-òÈùÒÄéú èÈîÅàú, åÇúÌÇ÷ÀøÄéáÄé éÈîÇéÄêÀ, åÇúÌÈáåÉà òÇã-ùÑÀðåÉúÈéÄêÀ; òÇì-ëÌÅï, ðÀúÇúÌÄéêÀ çÆøÀôÌÈä ìÇâÌåÉéÄí, åÀ÷ÇìÌÈñÈä, ìÀëÈì-äÈàÂøÈöåÉú.
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4 En tu sangre que derramaste has pecado, y te has contaminado en tus ídolos que hiciste; y has hecho acercar tus días, y has llegado á tus años: por tanto te he dado en oprobio á las gentes, y en escarnio á todas las tierras.
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ä äÇ÷ÌÀøÉáåÉú åÀäÈøÀçÉ÷åÉú îÄîÌÅêÀ, éÄúÀ÷ÇìÌÀñåÌ-áÈêÀ--èÀîÅàÇú äÇùÌÑÅí, øÇáÌÇú äÇîÌÀäåÌîÈä.
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5 Las que están cerca, y las que están lejos de ti, se reirán de ti, amancillada de fama, y de grande turbación.
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å äÄðÌÅä ðÀùÒÄéàÅé éÄùÒÀøÈàÅì, àÄéùÑ ìÄæÀøÉòåÉ äÈéåÌ áÈêÀ, ìÀîÇòÇï, ùÑÀôÈêÀ-ãÌÈí.
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6 He aquí que los príncipes de Israel, cada uno según su poder, fueron en ti para derramar sangre.
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æ àÈá åÈàÅí äÅ÷ÇìÌåÌ áÈêÀ, ìÇâÌÅø òÈùÒåÌ áÇòÉùÑÆ÷ áÌÀúåÉëÅêÀ; éÈúåÉí åÀàÇìÀîÈðÈä, äåÉðåÌ áÈêÀ.
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7 Al padre y á la madre despreciaron en ti: al extranjero trataron con calumnia en medio de ti: al huérfano y á la viuda despojaron en ti.
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ç ÷ÈãÈùÑÇé, áÌÈæÄéú; åÀàÆú-ùÑÇáÌÀúÉúÇé, çÄìÌÈìÀúÌÀ.
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8 Mis santuarios menospreciaste, y mis sábados has profanado.
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è àÇðÀùÑÅé øÈëÄéì äÈéåÌ áÈêÀ, ìÀîÇòÇï ùÑÀôÈêÀ-ãÌÈí; åÀàÆì-äÆäÈøÄéí àÈëÀìåÌ áÈêÀ, æÄîÌÈä òÈùÒåÌ áÀúåÉëÅêÀ.
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9 Calumniadores hubo en ti para derramar sangre; y sobre los montes comieron en ti: hicieron en medio de ti suciedades.
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é òÆøÀåÇú-àÈá, âÌÄìÌÈä-áÈêÀ; èÀîÅàÇú äÇðÌÄãÌÈä, òÄðÌåÌ-áÈêÀ.
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10 La desnudez del padre descubrieron en ti; la inmunda de menstruo forzaron en ti.
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éà åÀàÄéùÑ àÆú-àÅùÑÆú øÅòÅäåÌ, òÈùÒÈä úÌåÉòÅáÈä, åÀàÄéùÑ àÆú-ëÌÇìÌÈúåÉ, èÄîÌÅà áÀæÄîÌÈä; åÀàÄéùÑ àÆú-àÂçÉúåÉ áÇú-àÈáÄéå, òÄðÌÈä-áÈêÀ.
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11 Y cada uno hizo abominación con la mujer de su prójimo; y cada uno contaminó su nuera torpemente; y cada uno forzó en ti á su hermana, hija de su padre.
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éá ùÑÉçÇã ìÈ÷ÀçåÌ-áÈêÀ, ìÀîÇòÇï ùÑÀôÈêÀ-ãÌÈí; ðÆùÑÆêÀ åÀúÇøÀáÌÄéú ìÈ÷ÇçÇúÌÀ, åÇúÌÀáÇöÌÀòÄé øÅòÇéÄêÀ áÌÇòÉùÑÆ÷, åÀàÉúÄé ùÑÈëÇçÇúÌÀ, ðÀàËí àÂãÉðÈé éÀäåÄä.
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12 Precio recibieron en ti para derramar sangre; usura y logro tomaste, y á tus prójimos defraudaste con violencia: olvidástete de mí, dice el Señor Jehová.
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éâ åÀäÄðÌÅä äÄëÌÅéúÄé ëÇôÌÄé, àÆì-áÌÄöÀòÅêÀ àÂùÑÆø òÈùÒÄéú; åÀòÇì-ãÌÈîÅêÀ, àÂùÑÆø äÈéåÌ áÌÀúåÉëÅêÀ.
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13 Y he aquí, que herí mi mano á causa de tu avaricia que cometiste, y á causa de tus sangres que fueron en medio de ti.
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éã äÂéÇòÂîÉã ìÄáÌÅêÀ, àÄí-úÌÆçÁæÇ÷ÀðÈä éÈãÇéÄêÀ, ìÇéÌÈîÄéí, àÂùÑÆø àÂðÄé òÉùÒÆä àåÉúÈêÀ; àÂðÄé éÀäåÈä, ãÌÄáÌÇøÀúÌÄé åÀòÈùÒÄéúÄé.
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14 ¿Estará firme tu corazón? ¿tus manos serán fuertes en los días que obraré yo contra ti? Yo Jehová he hablado, y harélo.
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èå åÇäÂôÄéöåÉúÄé àåÉúÈêÀ áÌÇâÌåÉéÄí, åÀæÅøÄéúÄéêÀ áÌÈàÂøÈöåÉú; åÇäÂúÄîÌÉúÄé èËîÀàÈúÅêÀ, îÄîÌÅêÀ.
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15 Y yo te esparciré por las gentes, y te aventaré por las tierras; y haré fenecer de ti tu inmundicia.
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èæ åÀðÄçÇìÀúÌÀ áÌÈêÀ, ìÀòÅéðÅé âåÉéÄí; åÀéÈãÇòÇúÌÀ, ëÌÄé-àÂðÄé éÀäåÈä. {ô}
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16 Y tomarás heredad en ti á los ojos de las gentes; y sabrás que yo soy Jehová.
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éæ åÇéÀäÄé ãÀáÇø-éÀäåÈä, àÅìÇé ìÅàîÉø.
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17 Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
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éç áÌÆï-àÈãÈí, äÈéåÌ-ìÄé áÅéú-éÄùÒÀøÈàÅì ìñåâ (ìÀñÄéâ): ëÌËìÌÈí ðÀçÉùÑÆú åÌáÀãÄéì åÌáÇøÀæÆì åÀòåÉôÆøÆú, áÌÀúåÉêÀ ëÌåÌø--ñÄâÄéí ëÌÆñÆó, äÈéåÌ. {ñ}
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18 Hijo del hombre, la casa de Israel se me ha tornado en escoria: todos ellos son metal, y estaño, y hierro, y plomo, en medio del horno; escorias de plata se tornaron.
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éè ìÈëÅï, ëÌÉä àÈîÇø àÂãÉðÈé éÀäåÄä, éÇòÇï äÁéåÉú ëÌËìÌÀëÆí, ìÀñÄâÄéí; ìÈëÅï äÄðÀðÄé ÷ÉáÅõ àÆúÀëÆí, àÆì-úÌåÉêÀ éÀøåÌùÑÈìÈÄí.
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19 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto todos vosotros os habéis tornado en escorias, por tanto, he aquí que yo os junto en medio de Jerusalem.
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ë ÷ÀáËöÇú ëÌÆñÆó åÌðÀçÉùÑÆú åÌáÇøÀæÆì åÀòåÉôÆøÆú åÌáÀãÄéì, àÆì-úÌåÉêÀ ëÌåÌø, ìÈôÇçÇú-òÈìÈéå àÅùÑ, ìÀäÇðÀúÌÄéêÀ; ëÌÅï àÆ÷ÀáÌÉõ áÌÀàÇôÌÄé åÌáÇçÂîÈúÄé, åÀäÄðÌÇçÀúÌÄé åÀäÄúÌÇëÀúÌÄé àÆúÀëÆí.
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20 Como quien junta plata y metal y hierro y plomo y estaño en medio del horno, para encender fuego en él para fundir; así os juntaré en mi furor y en mi ira, y haré reposar, y os fundiré.
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ëà åÀëÄðÌÇñÀúÌÄé àÆúÀëÆí, åÀðÈôÇçÀúÌÄé òÂìÅéëÆí áÌÀàÅùÑ òÆáÀøÈúÄé; åÀðÄúÌÇëÀúÌÆí, áÌÀúåÉëÈäÌ.
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21 Yo os juntaré y soplaré sobre vosotros en el fuego de mi furor, y en medio de él seréis fundidos.
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ëá ëÌÀäÄúÌåÌêÀ ëÌÆñÆó áÌÀúåÉêÀ ëÌåÌø, ëÌÅï úÌËúÌÀëåÌ áÀúåÉëÈäÌ; åÄéãÇòÀúÌÆí ëÌÄé-àÂðÄé éÀäåÈä, ùÑÈôÇëÀúÌÄé çÂîÈúÄé òÂìÅéëÆí. {ô}
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22 Como se funde la plata en medio del horno, así seréis fundidos en medio de él; y sabréis que yo Jehová habré derramado mi enojo sobre vosotros.
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ëâ åÇéÀäÄé ãÀáÇø-éÀäåÈä, àÅìÇé ìÅàîÉø.
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23 Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
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ëã áÌÆï-àÈãÈí--àÁîÈø-ìÈäÌ, àÇúÌÀ àÆøÆõ ìÉà îÀèÉäÈøÈä äÄéà: ìÉà âËùÑÀîÈäÌ, áÌÀéåÉí æÈòÇí.
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24 Hijo del hombre, di á ella: Tú no eres tierra limpia, ni rociada con lluvia en el día del furor.
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ëä ÷ÆùÑÆø ðÀáÄéàÆéäÈ áÌÀúåÉëÈäÌ, ëÌÇàÂøÄé ùÑåÉàÅâ èÉøÅó èÈøÆó; ðÆôÆùÑ àÈëÈìåÌ, çÉñÆï åÄé÷Èø éÄ÷ÌÈçåÌ--àÇìÀîÀðåÉúÆéäÈ, äÄøÀáÌåÌ áÀúåÉëÈäÌ.
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25 La conjuración de sus profetas en medio de ella, como león bramando que arrebata presa: devoraron almas, tomaron haciendas y honra, aumentaron sus viudas en medio de ella.
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ëå ëÌÉäÂðÆéäÈ çÈîÀñåÌ úåÉøÈúÄé, åÇéÀçÇìÌÀìåÌ ÷ÈãÈùÑÇé--áÌÅéï-÷ÉãÆùÑ ìÀçÉì ìÉà äÄáÀãÌÄéìåÌ, åÌáÅéï-äÇèÌÈîÅà ìÀèÈäåÉø ìÉà äåÉãÄéòåÌ; åÌîÄùÌÑÇáÌÀúåÉúÇé äÆòÀìÄéîåÌ òÅéðÅéäÆí, åÈàÅçÇì áÌÀúåÉëÈí.
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26 Sus sacerdotes violentaron mi ley, y contaminaron mis santuarios: entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis sábados escondieron sus ojos, y yo era profanado en medio de ellos.
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ëæ ùÒÈøÆéäÈ áÀ÷ÄøÀáÌÈäÌ, ëÌÄæÀàÅáÄéí èÉøÀôÅé èÈøÆó--ìÄùÑÀôÌÈêÀ-ãÌÈí ìÀàÇáÌÅã ðÀôÈùÑåÉú, ìÀîÇòÇï áÌÀöÉòÇ áÌÈöÇò.
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27 Sus príncipes en medio de ella como lobos que arrebataban presa, derramando sangre, para destruir las almas, para pábulo de su avaricia.
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ëç åÌðÀáÄéàÆéäÈ, èÈçåÌ ìÈäÆí úÌÈôÅì--çÉæÄéí ùÑÈåÀà, åÀ÷ÉñÀîÄéí ìÈäÆí ëÌÈæÈá; àÉîÀøÄéí, ëÌÉä àÈîÇø àÂãÉðÈé éÀäåÄä, åÇéäåÈä, ìÉà ãÄáÌÅø.
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28 Y sus profetas revocaban con lodo suelto, profetizándoles vanidad, y adivinándoles mentira, diciendo: Así ha dicho el Señor Jehová; y Jehová no había hablado.
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ëè òÇí äÈàÈøÆõ òÈùÑÀ÷åÌ òÉùÑÆ÷, åÀâÈæÀìåÌ âÌÈæÅì; åÀòÈðÄé åÀàÆáÀéåÉï äåÉðåÌ, åÀàÆú-äÇâÌÅø òÈùÑÀ÷åÌ áÌÀìÉà îÄùÑÀôÌÈè.
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29 El pueblo de la tierra usaba de opresión, y cometía robo, y al afligido y menesteroso hacían violencia, y al extranjero oprimían sin derecho.
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ì åÈàÂáÇ÷ÌÅùÑ îÅäÆí àÄéùÑ âÌÉãÅø-âÌÈãÅø åÀòÉîÅã áÌÇôÌÆøÆõ ìÀôÈðÇé, áÌÀòÇã äÈàÈøÆõ--ìÀáÄìÀúÌÄé ùÑÇçÂúÈäÌ; åÀìÉà, îÈöÈàúÄé.
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30 Y busqué de ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese al portillo delante de mí por la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.
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ìà åÈàÆùÑÀôÌÉêÀ òÂìÅéäÆí æÇòÀîÄé, áÌÀàÅùÑ òÆáÀøÈúÄé ëÌÄìÌÄéúÄéí; ãÌÇøÀëÌÈí áÌÀøÉàùÑÈí ðÈúÇúÌÄé, ðÀàËí àÂãÉðÈé éÀäåÄä. {ô}
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31 Por tanto derramé sobre ellos mi ira; con el fuego de mi ira los consumí: torné el camino de ellos sobre su cabeza, dice el Señor Jehová.
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